Lea la historia de la Solemnidad de Cristo Rey del Universo
Resumen
la solemnidad deCristo Rey, que marca el final del año litúrgico, en el Iglesia católica, en Iglesia luterana y en otras denominaciones cristianas, indica una memoria particular de Jesús Cristo visto como Rey de todo el universo.
Con ella queremos subrayar que la figura de Cristo para los católicos representa al Señor de la historia y del tiempo.
Esta fiesta fue introducida por el Papa Pío XI, con la encíclica "casi antes” (“Sobre el reinado de Cristo”) del 11 de diciembre de 1925.
Dice el Papa en la Encíclica: «Y para que los frutos apetecidos sean más abundantes y perduren más establemente en la sociedad humana, es necesario que se difunda lo más posible el conocimiento de la dignidad real de nuestro Señor. A cuyo fin nos parece que nada puede ser más provechoso que la institución de una fiesta particular y propia Cristo Rey."
En la forma ordinaria del rito romano la fiesta coincide con el último domingo del año litúrgico mientras que en la forma extraordinaria la fiesta coincide con el último domingo de octubre.
Incluso en el rito ambrosiano, la solemnidad de Cristo Re corresponde al último domingo del año litúrgico, pero -dado que el Adviento ambrosiano, con el que comienza el año litúrgico, es dos semanas más largo que el Adviento romano- se sitúa al principio y no al final de noviembre.
El titulo de "Cristo Rey” tiene su origen en algunos pasajes bíblicos: en el Nuevo Testamento Jesús se diceRey (βασιλεύς, basilèus), Rey de los judíos (βασιλεύς τῶν Ἰουδαίων, basilèus ton Iudàion), Rey de Israel (βασιλεύς Ἰσραήλ, basilèus Israèl), Rey de rey s (βασιλε ύς βασιλέων, basilèus basilèon) por un total de 35 veces, sobre todo en cuentos de pasion, e Hijo de David (υἱός Δαυὶδ, uiòs Davìd) 12 veces más.

En el año 325 se celebró el primer Concilio Ecuménico en la ciudad de Nicea en Asia Menor. En esta circunstancia se define la divinidad de Cristo contra las herejías de Arrio: “Cristo Es Dios, luz de luz, Dios cierto de Dios Verdadero". 1600 años después, en 1925, Pío XI proclamó que la mejor manera de vencer las injusticias era el reconocimiento de la realeza de Cristo.
“Poiché le feste – scrive – hanno una efficacia maggiore di qualsiasi documento del magistero ecclesiastico, esse infatti istruiscono tutti i fedeli e non una sola volta ma annualmente, e raggiungono non solo lo spirito ma i cuori” (Enciclica Quas primas, 11 dicembre 1925).
La fecha original era el último domingo de octubre, es decir, el domingo anterior a la fiesta de todos los santos» (cf. EncíclicaQuas Primas), pero con la nueva reforma de 1969 se trasladó al último domingo del Año Litúrgico, dejando claro que Jesús Cristo, el Rey, es la meta de nuestra peregrinación terrena. Los textos bíblicos cambian en los tres años, y esto nos permite captar plenamente la figura de Jesús.
En ese momento, Pilato le dijo a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?" Jesús él respondió: “¿Esto lo dices tú mismo, o te lo han dicho otros de mí?”. Pilato dijo: “¿Soy judío? Tu pueblo y los principales sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?".
Él respondió Jesús: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis siervos pelearían para que no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de abajo.” Entonces Pilato le dijo: "¿Así que tú eres rey?" Él respondió Jesús:: “Tú lo dices: yo soy rey. Para esto nací y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Quien sea de la verdad, oiga mi voz"(Jn 18,33b-37).
Última parada
Hoy celebramos el último domingo del año litúrgico, llamado Solemnidad de Nuestro Señor Jesús Cristo, re dell’universo.
Esta meta nos fue indicada el primer domingo de Adviento y hoy llegamos allí; y dado que el año litúrgico representa nuestra vida en miniatura, esta experiencia nos recuerda, y antes que educarnos, que estamos en camino hacia el encuentro con Jesús, Sposo, quando Egli verrà quale Re e Signore della vita e della storia.
Stiamo parlando della sua seconda venuta. La prima è nell’umiltà di un Bimbo deposto in una mangiatoia (Lc 2,7); la seconda è quando tornerà nella gloria, alla fine della storia, venuta che oggi celebriamo liturgicamente.
Pero también hay una venida intermedia, la que estamos viviendo hoy, en la que Jesús se nos presenta en la Gracia de sus Sacramentos y en el rostro de cada "pequeño" del Evangelio (ver "Si no os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos... Mt 18,2; cuando somos Jesús nel volto dei fratelli e delle sorelle, il tempo in cui siamo invitati a trafficare i talenti ricevuti, ad assumerci ogni giorno le nostre responsabilità).
Y en este camino, la liturgia se nos ofrece como escuela de vida para educarnos a reconocer al Señor presente en la vida cotidiana y prepararnos para su venida final.
Una fiesta que revela el camino
El año litúrgico es el símbolo del camino de nuestra vida: tiene su principio y su fin, en el encuentro con el Señor Jesús, Re e Signore, nel regno dei Cieli, quando vi entreremo attraverso la porta stretta di “sorella morte” (san Francesco).
Ebbene, all’inizio dell’anno liturgico (la I domenica di Avvento), ci è stata mostrata in anticipo la Meta verso cui avremmo mosso i nostri passi. Come se in vista di un esame ci fossero state date, un anno prima, le risposte alle domande!
Este iba a ser un examen amañado; en la liturgia, sin embargo, esto es un don de Jesús, Maestro, porque nos permite saber qué camino tomar (Jesús, lejos), que pensaba seguir (Jesús, Verdad), de qué esperanza animemos (Jesús, Vida, cf. Jn 14, 6).
La alegría de un sueño
En la primera lectura, tomada del libro del profeta Daniel (7,13-14), hablamos de la visión de Hijo dell’uomo, il quale alla fine prenderà il posto di quanti lungo la storia si sono serviti del popolo anziché servirlo.
Desde este punto de vista, por lo tanto, es claro que hay un término para aquellos que usurpan al pueblo y lo explotan. Llegará el día en que un "Rey" justo y misericordioso tomará las riendas de la historia de los pueblos.
El rey esperado
En este marco de esperanza, podemos leer así el texto del Evangelio que nos presenta la liturgia, en el diálogo entre Pilato y Jesús.
Jesús se presenta como Rey, pero su Reino no es de aquí abajo. En efecto Jesús no trata de sobrevivir, considerando su vida superior a la misión recibida de Padre: Es simplemente Rey y vino al mundo -dice el texto- para mostrar su realeza, que consiste en dar testimonio de la Padre.
Una vida al servicio de Padre, Verdad de la vida.
Realeza y verdad
Il tema della “verità”, che tanto affascinerà Pilato ma non a tal punto da fermare l’esecuzione, chiede un’adesione: “Chiunque è dalla verità, ascolta la mia voce”.
E qui Pilato si fermerà, incapace di abbracciare la verità perché manipolato dai desideri della folla, verso la quale deve comunque pagare il prezzo politico.
En esta elección suya, Pilato demuestra lo que realmente es y por lo que realmente se deja guiar, mientras Jesús manifestar hasta el final a quien pertenece ya quien sirve tanto como para poder decir: "Yo soy el Camino, la Verdad, la Vida" (Jn 14,6).
verdad y mentira
La solennità odierna non solo porta allo scoperto chi è Pilato, ma si offre a ciascuno di noi per capire chi realmente stiamo servendo.
Al termine di questo anno liturgico diventa importante capire verso chi o cosa va il nostro cuore, perché dov’è il nostro tesoro, lì sarà anche il nostro cuore (Lc 12,34). Una domanda che può aiutarci a rimettere ordine nella nostra vita e nei nostri affetti, affinché non si vada dove va il cuore, ma si porti il cuore dove veramente deve andare.
Pero esto te pide que aceptes que es Jesús nuestro Rey, el único que verdaderamente sirve a la verdad de nuestra vida.
fuentes © vangelodelgiorno.org e Noticias del Vaticano
Última actualización: 23 de mayo de 2023 18:59 por Remigio Roberto