Tiempo de lectura: 5 minutos
Lee y escucha la Palabra del 1 de enero de 2023
María Santísima Madre de Dios, solemnidad
Primera lectura
Pondrán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.
Del libro de Números
Nm 6, 22-27
El Señor habló a Moisés y le dijo: «Habla a Aarón y a sus hijos, diles: Así bendeciréis a los israelitas: les dirás:
Que el Señor te bendiga
y mantenerte a salvo.
Que el Señor haga resplandecer su rostro por ti.
y darte gracia.
Que el Señor vuelva su rostro hacia ti
y os conceda la paz."
Así pondrán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré".
Espada de Dios.
Salmo responsorial
Del Sal 66 (67)
R. Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga.
Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga,
que su rostro brille sobre nosotros;
para que tu camino sea conocido en la tierra,
tu salvación entre todos los pueblos. r.
Alégrense y regocijense las naciones,
porque juzgas al pueblo con justicia,
gobernar las naciones de la tierra. r.
Que el pueblo te alabe, oh Dios,
que todos los pueblos te alaben.
Dios nos bendiga y temedle.
todos los confines de la tierra. r.
Segunda Lectura
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.
De la carta del apóstol San Pablo a los Gálatas
Gal 4,4-7
Hermanos, cuando vino la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para redimir a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción como hijos.
Y que sois hijos lo prueba el hecho de que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!".
Por tanto, ya no eres esclavo, sino hijo, y si hijo, también eres heredero por la gracia de Dios.
Espada de Dios.
aclamación del evangelio
Aleluya, aleluya.
Muchas veces y de diferentes maneras en la antigüedad.
Dios habló a los padres por medio de los profetas;
últimamente, estos días,
nos habló a través de su Hijo. (Hebreos 1,1-2)
Aleluya.
Evangelio
Los pastores encontraron a María, José y el niño. Después de ocho días le pusieron el nombre de Jesús.
Del Evangelio según Lucas
Lucas 2:16-21
En aquel tiempo, [los pastores] fueron sin demora y encontraron a María, a José y al niño acostados en el pesebre. Y cuando lo vieron, contaron lo que les habían dicho acerca del niño.
Todos los que oyeron quedaron asombrados de lo que les decían los pastores. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días prescritos para la circuncisión, recibió el nombre de Jesús, como lo había llamado el ángel antes de ser concebido en el útero.
Palabra del Señor.
San Pío X
Papa de 1903 a 1914
Encíclica “Ad diem illum laetissimum” (© copyright Libreria Editrice Vaticana)
Recibiendo a Jesús de manos de María
Puesto que agradó a la eterna Providencia del Señor que el Dios-Hombre nos fuera dado por María y que ella, habiéndolo recibido de la virtud fecunda del Espíritu Santo, lo llevó en su seno, sólo nos queda recibir a Jesús de manos de María.
Así vemos en las Sagradas Escrituras, en todas partes se nos profetiza la gracia que debe venir, en todas partes o casi en todas partes aparece el Salvador de los Hombres junto con Su Santísima Madre. Saldrá el Cordero gobernante de la tierra, pero de la piedra del desierto; la flor crecerá, pero de la raíz de Jesé.
Adán contiene las lágrimas que la maldición arrancó de su corazón cuando ve a María aplastar la cabeza de la serpiente en el futuro; María es el objeto del pensamiento de Noé encerrada en el arca liberadora; de Abraham arrestado en el momento de sacrificar a su hijo; de Jacob cuando ve la escalera por donde suben y bajan los ángeles; de Moisés admirado ante la zarza que arde sin consumirse; de David cantando y bailando mientras traía el Arca Santa; de Elías viendo la pequeña nube que se elevaba desde el mar.
Y sin añadir nada más, a María la encontramos siempre después de Cristo en la ley, en la verdad de las imágenes y de las profecías. (…) En consecuencia, como ya hemos mencionado, nadie es más eficaz que la Virgen para unir a los hombres a Jesús.
Si, en efecto, según la doctrina del Divino Maestro: "La vida eterna consiste en conocerte a Ti, que eres el único, el Dios verdadero y el Enviado, Jesucristo", así como conocemos a Jesucristo por María , así también a través de Ella nos es más fácil obtener esa vida de la que Él es principio y fuente.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
El primer día del año la Liturgia celebra a la Santa Madre de Dios, María, la Virgen de Nazaret que dio a luz a Jesús, el Salvador.
Ese Niño es la Bendición de Dios para todo hombre y mujer, para la gran familia humana y para el mundo entero. Jesús no eliminó el mal del mundo sino que lo derrotó desde sus raíces. Su salvación no es mágica, sino que es una salvación "paciente", es decir, implica la paciencia del amor, que asume la iniquidad y le quita el poder. La paciencia del amor […].
Por eso, contemplando el Belén vemos, con los ojos de la fe, al mundo renovado, liberado del dominio del mal y puesto bajo el señorío real de Cristo, el Niño que yace en el pesebre. Por eso la Madre de Dios nos bendice hoy.
¿Y cómo nos bendice Nuestra Señora? Mostrándonos al Hijo. Lo toma en sus brazos y nos lo muestra, y así nos bendice.
Bendice a toda la Iglesia, bendice al mundo entero. Jesús, como cantaron los ángeles en Belén, es la "alegría de todo el pueblo", es la gloria de Dios y la paz para los hombres. (Ángelus, 1 de enero de 2020)