la muerte no es nada Henry Scott Holanda
La muerte no es nada. No importa.
Acabo de pasar a la habitación de al lado.
No pasó nada.
Todo sigue exactamente como estaba.
yo soy yo y tu eres tu
y la vida pasada que tan bien vivimos juntos sigue sin cambios, intacta.
Lo que éramos antes el uno para el otro lo seguimos siendo.
Llámame por el antiguo nombre familiar.
Háblame de la misma manera cariñosa que siempre has usado.
No cambies tu tono de voz
no luzcas solemne o triste.
Sigue riéndote de lo que nos hizo reír,
de esas pequeñas cosas que tanto nos gustaban cuando estábamos juntos.
Sonríe, piensa en mí y reza por mí.
Que mi nombre sea siempre la palabra familiar de antes.
Dilo sin el menor rastro de sombra o tristeza.
Nuestra vida conserva todo el sentido que ha tenido.
Es lo mismo que antes,
hay una continuidad que no se rompe.
¿Qué es esta muerte sino un accidente insignificante?
¿Por qué debería estar fuera de tu mente solo porque estoy fuera de tu vista?
No estoy lejos, estoy del otro lado, a la vuelta de la esquina.
Todo está bien; nada se pierde
Un breve momento y todo volverá a ser como antes.
¡Y cómo nos reiremos de los problemas de la separación cuando nos volvamos a encontrar!
Henry Scott Holland, escrito en mayo de 1910

Henry Scott Holland (Ledbury, 27 de enero de 1847 - 17 de marzo de 1918) fueun teólogo y escritor británico, profesor regius de divinidaden la Universidad de Oxford. También fue canónigo de Christ Church. Las conferencias en memoria de Scott Holland se llevan a cabo en su memoria.Ver más
