Leer y escuchar el cuento por teléfono La manta del soldado
Resumen

leamos juntos
Il soldato Vincenzo Di Giacomo, alla final di tutte le
guerras, volvió a casa con un uniforme andrajoso, una gran tos
y una manta militar. La tos y la manta
representaron todas sus ganancias por esos largos
años de guerra
Ahora voy a descansar', le dijo a su familia. pero la tos
non gli diede riposo, e in pochi mesi lo portò alla tomba.
Alla esposa ed ai figli rimase solo la coperta per ricordo.
I figli erano tre, e il più piccolo, nato tra una guerra e
el otro tenía cinco años. La manta del soldado cayó
él.
Quando vi si avvolgeva per dormire, The madre El
narrava una lunga fábula, e nella favola c’era una fata che
tejió una manta lo suficientemente grande como para cubrir todo el
bambini de mundo che avevano freddo. Ma c’era sempre
qualche bambino che restava fuori, e piangeva, e chiedeva
en vano un rincón de la manta para calentar.
Entonces el hada
Tuve que desempacar toda la manta y empezar de nuevo
tejerlo, para hacerlo un poco más grande, porque había que
una manta de una sola pieza, tejida todo a la vez, e
non si potevano fare aggiunte.
El hada buena trabajó
día y noche haciendo y deshaciendo, y nunca se cansaba, y el
el niño pequeño siempre se dormía antes de que terminara la historia
terminó, y nunca supe cómo terminó.
El pequeño se llamaba Gennaro, y esa pequeña familia
vivía cerca de Cassino. El invierno fue muy duro,
por comer non ce n’era, la madre di Gennaro si ammalò.
Gennaro fue confiado a ciertos vecinos, que estaban
errantes, y tenían una caravana, y viajaban por el
países en parte mendigando, en parte jugando al
acordeón, algunos vendiendo cestas de mimbre que
fabricaban en paradas de carretera.
a genaro
le dieron una jaula con un loro que, con su pico,
sacó de una cajita una nota con los números de
giocare al lotto.
Gennaro tuvo que mostrar el loro
al pueblo, y si le daban unas monedas, los mandaba a pescar
un bigliettino al pappagallo.
Los días eran largos y
aburrido, a menudo sucedía en países donde la gente estaba
pobre y no tenía nada que dar como limosna, y luego un
Gennaro tocó una rebanada de pan más delgada y una
plato de sopa más vacío.
Pero cuando cayó la noche
Gennaro se envolvió en la manta de su padre soldado, que
fue toda su riqueza, y en su fragante calor sí
se durmió soñando con un loro contándole cuentos
un cuento de hadas.
Uno de los vagabundos había sido un soldado con padre de
Gennaro se encariñó con el niño, le explicó el cien.
cosas que uno se encuentra en el camino y para
la diversión le enseñó a leer los letreros de los nombres
de pueblos y ciudades.
¿Verás? Eso es A. Ese otro seco seco, parece
un palo sin mango, soy yo. Ese palo con una joroba es
PAG.
Gennaro aprendió pronto. El vagabundo le compró un
libreta y un lápiz y le enseñó a copiar los signos
camino.
Gennaro riempiva pagine e pagine col nombre de
ANCONA, o con la de PESARO, y un día consiguió
escriba usted mismo su nombre, letra por letra, sin
un error. Que hermosos sueños, aquella noche, en el manto de
papa soldado.

Juan Francesco Rodari, detto Gianni[1] (pronuncia Rodàri, /roˈdari/; Omegna, 23 ottobre 1920 – Roma, 14 aprile 1980), è stato uno scrittore, pedagogista, giornalista e poeta italiano. È l’unico scrittore italiano ad aver vinto il Premio Hans Christian Andersen (1970). (leggi ancora)
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