Dedicación de la Basílica de Santa Maria Maggiore
Hoy es el recuerdo de la Dedicación de la Basílica deSanta María la Mayor, considerado el santuario mariano más antiguo de Occidente.
Monumenti di pietà mariana, a Roma, sono quelle stupende chiese, erette in gran parte sul medesimo luogo dove sorgeva qualche tempio pagano. Bastano pochi nomi, tra i cento titoli dedicati alla Vergine, per avere le dimensioni di questo mistico omaggio alla Madre di Dios: Santa María Antigua, obtenido del Atrium Minervae en el Foro Romano;Santa María dell'Aracoeli, en el pico más alto de la Colina Capitolina;Santa María de los Mártires, el panteon;Santa María de los Ángeles, obtenido por Miguel Ángel del "tepidarium" de las Termas de Diocleciano;S. María sopra Minerva, costruita sopra le fondamenta del tempio di Minerva Calcidica.
El más grande de todos, como su propio nombre dice:Santa María la Mayor: la cuarta de las basílicas patriarcales de Roma, inicialmente llamadaliberiano, perché identificata con un antico tempio pagano, sulla sommità dell’Esquilino, che papa Liberio (352-366) adattò a basilica cristiana. Una tardiva leggenda narra che la Madonna, apparendo nella stessa notte del 5 agosto del 352 a Papa Liberio e ad un patrizio romano, li avrebbe invitati a costruire una iglesia là dove al mattino avrebbero trovato la neve.
Il mattino del 6 agosto una prodigiosa nevicata, ricoprendo l’area esatta dell’edificio, avrebbe confermato la visione, inducendo il papa ed il ricco patrizio a metter mano alla costruzione del primo grande santuario mariano, che prese il nome di S. Maria “ad nives” (della neve). Poco meno di un secolo dopo, Papa Sisto III, per ricordare la celebrazione del concilio di Efeso (431), nel quale era stata proclamata la maternità divina di Maria, ricostruì la iglesia nelle dimensioni attuali.
La Basílica Patriarcal de S. Maria Maggiore es una auténtica joya llena de bellezas invaluables. Ha dominado la ciudad de Roma durante unos dieciséis siglos: el templo mariano por excelencia y la cuna de la civilización artística, representa un punto de referencia para el "cives mundo” que vienen a la Ciudad Eterna de todo el mundo para disfrutar de lo que ofrece la Basílica a través de su grandeza monumental.
Única, entre las basílicas mayores de Roma, que conserva las estructuras originales de su época, aunque enriquecida con añadidos posteriores, tiene algunas particularidades en su interior que la hacen única:
los mosaicos de la nave central y del arco triunfal, que datan del siglo V d.C., realizados durante el pontificado de S. Sisto III (432-440) y los del ábside cuya ejecución fue encomendada al fraile franciscano Jacopo Torriti por orden del Papa Nicolás IV (Girolamo Masci, 1288-1292);
el piso "cosmatesco” donado por los caballeros Scoto Paparone e hijo en 1288;
el artesonado de madera dorada diseñado por Giuliano San Gallo (1450);
el belén del siglo XIII de Arnolfo da Cambio; las numerosas capillas (desde la capilla Borghese hasta la Sixtina, desde la capilla Sforza hasta la capilla Cesi, desde la del Crucifijo hasta la casi desaparecida de San Michele);
el Altar Mayor de Ferdinando Fuga y posteriormente enriquecido por la genialidad de Valadier; finalmente, la Reliquia de la Sagrada Cuna y el Baptisterio.
Cada columna, cada pintura, cada escultura, cada pieza de esta basílica resume historicidad y sentimientos religiosos. De hecho, no es raro sorprender al visitante en una actitud de admiración ante la belleza arrebatadora de sus obras así como es, por otro lado, visible la devoción de todas aquellas personas que, ante la imagen de María , venerado aquí con el dulce título de "Salus populi romani”, buscan consuelo y alivio.
El 5 de agosto de cada año, a través de una celebración solemne, el "Milagro de la nevada”: di fronte agli occhi commossi dei partecipanti una cascata di petali bianchi discende dal soffitto ammantando l’ipogeo e creando quasi un’unione ideale tra l’assemblea e la Madre di Dios.
San Giovanni Paolo II (Karol Józef Wojtyła, 1978-2005), desde el inicio de su pontificado quiso una lámpara que ardiera día y noche bajo el icono de laSalus, testimoniando su gran devoción a la Virgen. El mismo Papa, el 8 de diciembre de 2001, inauguró otra perla preciosa de la Basílica: el Museo, un lugar donde la modernidad de las estructuras y la antigüedad de las obras maestras expuestas ofrecen al visitante una “panorama" único.
Los muchos tesoros que contiene hacenSanta María la Mayor un luogo dove arte e spiritualità si fondono in un connubio perfetto offrendo ai visitatori quelle emozioni uniche proprie delle grandi opere dell’uomo ispirate da Dios.
La celebración litúrgica de la dedicación de la basílica entró en el calendario romano recién en el año 1568.

fuente evangeliodeldia.org